5/3/07

Cumplir los treinta


Yo la verdad es que no tenía la sensación de haber envejecido, aunque me queden unos meses para cumplir los treinta, tenía la sensación más bien de tener la misma ilusión y algo más de pasta en el bolsillo, pero luego llega el sábado por la noche y se nos ocurre irnos a la "discoteca de moda".
De entrada el Novo estaba a reventar, entramos y como es habitual nos dirijimos al punto más cercano de la barra más cercana, yo no sé si lo de los zahoríes es cierto, pero nuestros cuerpos tienen algún tipo de memoria/intuición muscular en cuanto a las barras de bar, es entrar a un antro y aunque no hayas estado nunca te conducen automáticamente al bebedero. Los primeros minutos los pasámos básicamente mirándonos las caras y poniéndonos en situación, la música estaba bien (no estamos tan desactualizados) pero yo al menos me sentía tan diferente como un pastor Aleman en una convención de Chow Chows.
Los adolescentes son otra especie, lo más cercano a los documentales de La 2 que he visto en el mundo real, el machito ibérdo miraico rondaba por doquier, lanzando miradas de "si me miras mal te reto a un duelo mortal", mientras las hembras se desvivían por dejarse ver, por conseguir un espacio en el pedestal en el que mostrarse en todo su esplendor reproductivo.
Fuimos por turnos al cuarto de baño, y cada viaje era una peregrinación de no menos de 20 minutos. Una peregrinación que a mí me condujo por los recuerdos de la carroza y de los días en que salir, e incluso vivir era un concurso de popularidad, una competición de machos persiguiendo hembras, de hembras atrayendo y rechazando machos.
Nos tomamos nuestra copa, y luego creo recordar que una cerveza, y, yo al menos me fuí a casa con la sensación de haber hecho turismo por mi pasado. Disfrutarán del roce y de la caza, de los escarceos y las desilusiones, disfrutarán seguro, pero lo que es yo, me veo cenando en el Tam la semana que viene, delicioso maki roll con salsa de soja, hablando de si el sake se toma con la comida o en el postre, o de cuadros, o de política o de cualquier cosa que no empiece por.- "¿sabes quien se ha enrollado con quién?"... y me alegro, cuánto me alegro de cumplir ya treinta y de no tener por qué volver al Novo.

4 comentarios:

Los Crios de Juana Jasuki dijo...

Es normal, yo hace ya un tiempo que detesto esos antros, pero en el fondo siempre fuimos más de parque y copa en la calle, nunca nos molaron mucho las discotecas, así que ahora menos que nunca.
Cumplimos tacos, pero el sábado lo pasamos genial en la cenita, sidre, albergue....

Krika dijo...

Que razón llevas!! Eso de las discotecas es mu salvaje, yo sigo prefiriendo cenita, sidre y charla con los colegas, ojala vuelva a tener dinero para poder hacer todo eso!!

Los Crios dijo...

jajajajaja, abuelos que pasa?, jajajajaja, es cierto nosotros siempre hemos sido más relajaos que discotequeros, siempre hay que ver lo bueno de cada una de las épocas y yo de mi paso por los 20 tengo muy buenos recuerdos, el otro dia estuvimos hablando de esto, que nosotros ya vamos a por los 30 y acordaos cuando nosotros veíamos a gente con 30 por los bares, "mira los abueletes", nos toca ir al bar universidad, jajajaja.....el Chero

Earlinde dijo...

vamos a ver, yo todavía no he llegado a plantearme los 30, así que todavía me gusta divertirme. ahora bien, las discos están guays en su justa medida, yo me lo pasé genial el sábado y me gusta ir de vez en cuando a bailar, aunque el plan de la sidre siempre me encantó.