Lunes
Torcido,
intentando cuadrar un resultado que huye, que quiebra y me recorta
y me deja tumbado en el suelo, llorando mi desgracia,
mi incapacidad de lunes,
mi angustia de impotencia.
Siniestro,
enquistado en mi inutilidad para el avance,
estéril de victorias,
de impulsos.
Vencido,
por números y tipos y operaciones frustradas
y resultados falsos y torpes intenciones,
otra vez la cabeza enclaustrada en un laberinto numérico,
conceptos que nadie entiende,
sofisticados, complejos,
erróneos.
Desesperado,
víctima del lunes en su máxima expresión,
un lunes antiguo, sabio, retorcido y perverso,
el puto amo de los malditos lunes.
La foto es de Duncan