Conductores suicidas y estúpidos conductores
Ayer por la mañana tuve a bien revisar la consistencia de los guardaraíles del puerto de la cadena. Corrían las 7:45 e iba yo conduciendo alegremente por el carril izquierdo, el tráfico fluido pero completando los cuatro carriles de la subida y Bunbury entonando "Desmejorado" como tantas mañanas.
A mi derecha dos magrebíes, el cuello cansado de recojer tomates o pintar techos, los intermitentes, como no, rotos de su 190 verde; deciden que ha llegado el momento de cambiar de carril y saludarme y eso hacen, total que me tocan en el morro pego un frenazo y el coche se va lo justo para hacer cachete con cachete con el guardaraíles. El coche se desplaza un poco invadiendo el tercer carril lo justo para que un chaval con un león rojo me de un besico en la trasera mientras el mercedes se pierde en el horizonte, que no es plan de llegar tarde al trabajo con lo chunga que se está poniendo la cosa, y una pegatina de España, curioso, en la trasera es lo más cercano a la matrícula que acierto a ver.
Así que me veo un par de minutos después sentado el león rojo rellenando un parte amistoso con el que me ha dado por detrás, el pobre cree que es culpa mía y yo no le digo que no, pero el aspa que marca diciendo que me dió por detrás me temo le condene. Relleno el parte, me despido del chaval y me voy a mi coche a unos cien metros, la broma nos ha costado 20 minutos o así que no es mucho y el cohe rozado sí, pero ya lo pagará el todo riesgo.
En el coche suena ahora lady blue, me siento y me doy cuenta de que algo falla en la escena "..lady, lady blue...sin control sin dirección la luz se fué, a donde voy?..."
Tardo unos 10 segundos en reconstruir la escena.
Golpe
frenazo
golpe
luces de emergencia
me retiro al arcén
freno de mano
llaves
móvil
cinturón
maletero buscando triángulo entre cartones de vino del lidl
cien metros
parte
llaves
llaves
llaves
y hace al menos diez segundos que el león se ha dio dirección cartagena con las llaves de mi coche en el asiento del copiloto.
Así que grua, casa, copia, taller, papá, coche prestado y a las doce de vuelta al puerto, Sebas no sé porqué pero en moemntos así siempre me acuerdo de tí es como si viendo cara a cara a mi torpeza extrema me dijera "saluda al rorro de mi parte".