4/11/08

Borradores: Churumbeles


Algunas veces me pongo a escribir un post sobre algo que me interesa y o bien el trabajo me interrumpe o simplemente divago tanto que no sé a donde llegar.
El 5 de septiembre empecé a escribir este post que se llamaba Churumbeles:

"Cuando tienes treinta años, un trabajo más o menos estable y una casa y una mujer, lo quieras o no los hijos pasan a colarse en el lector de feeds de tu vida.

Recuerdo perfectamente cuando nos explicaban en marketing el tema de la percepción selectiva y más concretamente como podías no haberte fijado jamás en la existencia de un producto o servicio y cuando de pronto te interesa pasas a verlo en todas partes. Algo así me pasa a mí con los hijos; hasta hace no mucho no había pensado en el tema pero es una suscripción que no eliges y cuando llega mucho me temo que llega para quedarse.

De entre los muchos temas de máximo interés que tienen los críos: el imparable desarrollo de esas sillas con ruedas para arrastrarlos cuando no andan, el problema de la carencia de vitamina D en la leche materna, etc., etc. Hay uno en particular que es bastante transversal y en el que he pensado bastante desde que mi hermana trajo al mundo a mi sobrina, y es como afrontan los padres el desarrollo y formación de sus hijos y como afrontamos lo demás las diferencias de criterio que existen.

Dado que las opiniones son como los culos; todo el mundo tiene una. Cada uno se las apaña como mejor puede para afrontar ese océano de dudas y preguntas que debe ser encontrarse con el churumbel llorando a las tantas de la mañana, a solas tú y él tratando de explicarte algo de vital importancia a base de berridos, o tal vez ni siquiera eso, tal vez tan solo intentando mantenerte pendiente el máximo tiempo posible.

A algunos padres hacen el payaso, otros se acuestan a su lado, otros les dejan llorar, otros reducen el porcentaje de omega 3 en su dieta,

A mí particularmente me gusta"

Y ahí paré, en serio, paré ahí. "A mí particularmente me gusta" ¿qué cojones me gusta? Me pregunto si estaba a puto de descubrir el santo grial de la crianza infantil y lo dejé así, a medio hacer, ¿cómo se te ocurre dejar esa perla de sabiduría inacabada?¿por qué no terminé el maldito post? Ahora no tengo ni puta idea de lo que voy a hacer cuando se ponga a berrear, malditos borradores!

4 comentarios:

Likuid dijo...

Desde mi corta vista paternal te aconsejo que no pienses mucho todavía, ya tendrás tiempo de decidir qué hacer en cada momento y, te digo por experiencia, que la mayoría de las decisiones, al menos al principio, son pura intuición. Más adelante la prueba y error arrojan resultados satisfactorios aunque también sucede que lo que hoy funciona mañana es un fracaso...
¡Bienvenido al maravilloso mundo de la crianza infantil!

sebas dijo...

No te preocupes, los que hemos criado tortugas, yo de tierra y tu voraces galápagos, tenemos una experiencia muy importante, yo díría que vital, para afrontar cualquier problema en la vida.
Tenlo siempre presente, que te deja el coche tirado en la nieve? que te quedas sin oxígeno en tu botella a 30 metros de profundidad? que tu bebé llora por la noche? Siéntate, respira hondo y dite a ti mismo "No hay problema, yo he criado tortugas".
Esa es la clave de la vida.

Chero dijo...

Estoy de acuerdo con Nacho, todavía es pronto para eso, en mi caso no fueron tortugas sino mi gran periquito, jejejejejejeje, muy bueno Sebas, jejejejeje.

Cuando ya quede poquico y como vosotros sois grandes lectores te aconsejo unos libricos que Blanca y yo nos leímos o todavía estamos en ello y ayudan a comprender a estos bichejos.

"Bésame Mucho", "Un regalo para toda la vida", "Mi niño no me come" (estos de Carlos Gonzalez) y "Dormir sin lágrimas" de Rosa Juvé, es que estos cabroncetes vienen sin libro de instrucciones y ojo!!!! sin garantía, jejejejejejeje.

Earlinde dijo...

Amor, no te preocupes, que seguro que célula se porta bien, yo ya lo estoy adiestrando.
Además, ¡tenemos que elegir una canción!