Pequeños mundos
Tiemblan las manos,
el corazón sobrecogido, inerme,
llorosos los ojos y un leve, rubor, tal vez
por la caricatura
de ver contigua tu inseguridad,
el nulo savoire faire del que adoleces.
El pecho sin embargo lleno,
de la felicidad que transfigura,
que alela y que sublima al mismo tiempo.
Tú, sebastián, tu sebastián,
tú, Paz, tu Paz.
Tú, Blanca, Ana, Nacho, Oscar...
tu mundo en diminuto entregado a tus manos.
Tiemblan tus manos,
y los ojos llorosos desbordados,
el sueño robado de las noches pasadas,
devuelto en las mañanas luminosas,
plenas,
las sonrisas henchidas de gozo ante la vida.
El placer que olvidasteis,
arramblado en los ríos de la adolescencia,
de descubrirlo todo, de extasiaros por nada;
palpable en sus mejillas,
el delicioso abrazo de cinco sobre uno,
y la risa virgen, perfecta fluyendo a vuestras almas
como el néctar más dulce en la mañana.
Tiemblan las manos,
mi corazón sobrecogido, inerme,
no entiende de etapas porque todo,
acaba de empezar en este mismo instante
y no quiero armaduras ni defensas,
simplemente me entrego
a mi pequeño mundo,
a tus pequeños ojos,
diminutos.
5 comentarios:
Gracias!
El pequeñín ha sonreido el escucharla
todo cambia....a mejor... ANA
Por ahí falta el nombre de un pequeño nogmo no??????????
jo tío, no me cabía, pero no te preocupes que le escribiremos algo al pequeño elfo
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